Los Mazahuas las llamaban ‘hijas del sol’: enviadas por los dioses, descendían del cielo presentándose como las almas de sus antepasados.
Esta colección nos cuenta la historia del paso de la Mariposa Monarca por nuestro país, representado en tres partes:
La primera parte, una perla blanca montada en plata mexicana, representa la crisálida: el capullo en el que se gesta la primera generación de Mariposa Monarca, misma que arranca con el esperado viaje de hasta 5,000 km para llegar a nuestro territorio.
La segunda parte es una abstracción de la rama del Pino Michoacano (pinus devoniana), árbol nativo de México y parte importante del hábitat de la Monarca en su paso por nuestro país.
La tercera parte es la Mariposa Monarca como la hemos apreciado tantas veces durante los meses que pasan en nuestros santuarios: una Monarca colgada de una rama.